«Pedagogía del oprimido» Capítulo 2. Freire, P

  • Gloria Álvarez Cruz:

Estoy totalmente de acuerdo con lo que dice el texto, en la concepción bancaria los niños aprenden a través de la memorización sin razonar y sin experimentar, lo que les lleva a no comprender lo que están viendo en ese momento. El profesor da una serie de contenidos que los alumnos acabarán por memorizar. Los alumnos adquieren un papel pasivo en su proceso de aprendizaje. Para terminar en esta concepción no se da un diálogo entre profesor-alumno.
La concepción que debería ser puesta en práctica es la problametizadora aquella en la que el educador es compañero de los educandos, aquella en la que se da el diálogo entre profesor-alumno, los alumnos investigan y experimentan para conocer el mundo que les rodea, adquieren una visión crítica hacia las cosas, etc.

  • Federico Diego Arroyo Contreras

Paulo Freire es su obra «Pedagogía del Oprimido», concretamente en su capítulo 2, el autor trata de forma primordial el concepto de «educación bancaria» que es uno de los más famosos del filósofo brasileño.

La «educación bancaria» pretende transformar la mente de los individuos para que se adapten mejor a las situaciones  reales y así poder dominarlos con mayor facilidad.  Hay dos tipos de sujetos diferenciados, el educador y el educando(el que es “educado”). El educador es el que sabe, el único que posee conocimientos. Es el que transmite sus conocimientos al educando. El educando recibe todos los conocimientos del educador y todo lo que asimila no cabe lugar a la duda ya que si el educador es el que lo dice es porque es así. Es un sistema en el cual el educador sabe todo y el educando no sabe absolutamente nada y se debe dar un proceso de asimilación por parte del segundo con respecto a todo lo que el primero le diga.

En el capítulo, Freire el hace referencia  a una característica actual de la educación la cual consiste en una narración y memorización excesiva que se presenta en las aulas. Por ejemplo, aprender que 2+2 son 4 y sin explicar el porqué da ese resultado. Para Freire, los alumnos son unos recipientes en los cuales se deposita conocimiento.

El libro y el propio Freire, están inspirados por la ideología marxista. En el libro se puede ver como algunos principios de la filosofía de Karl Marx. El concepto educador/educando muestra la diferencia existente entre lo que es el maestro y lo que es el profesor. El cómo el primero tiene todo el poder en su mano y el cómo el segundo debe aprender lo que le impongan. Esto puede ser un símil del concepto que utilizaba Marx en la lucha de clases y la igualdad entre los trabajadores: el explotador y el explotado.

Con respecto al modelo de educación que emplea el autor si lo relacionamos con la actualidad es el tradicional en el cual el profesor argumenta y dicta todos los contenidos mientras que el alumno hace una asimilación de ideas y conceptos. Adaptando el libro a la actualidad podríamos decir que el modelo que Freire plantea no es el más adecuado para hoy día, pero no debemos olvidar que fue un teórico de la educación de mediados del siglo XX y el año en el que se publicó la obra(1970) el modelo tradicional era el único que se utilizaba y el que se creía que era más efectivo.

Es la segunda vez que trabajo a Freire – el año pasado lo hice en Teoría de la Educación – y en esta segunda vez me ha quedado comprobado que parte del planteamiento de Freire está equivocado. Estoy de acuerdo en la división educador/educando y que uno debe tener su función en el proceso de enseñanza: el primero como transmisor de información y el segundo como  asimilador de la misma. Pero no estoy de acuerdo en que el sistema que defiende Freire sea el más adecuado. Por mucha capacidad de captación que tenga nuestro cerebro, es imposible almacenar todos los contenidos que uno aprende a lo largo de su vida académica, provocando que los conocimientos nuevos se amontonen encima de los antiguos. En la actualidad, queda comprobado como otros métodos de enseñanzas o modelos son más eficientes que el tradicional. Sin embargo, ocurre el problema que son muchos los docentes que están acostumbrados a la utilización de esta forma de impartir docencia y no quieren innovar en su manera de dar clase, provocando que a día de hoy el modelo tradicional sea el más utilizado. Aunque están existiendo otros modelos como el cognitivo, conductual que están en auge y que también está demostrado su eficacia.

  • Marcos Casasola Romero

En el capítulo 2 de ‘Pedagogía del oprimido’ de Freire se critica el sistema educativo actual que se basa en la memorización de los conceptos que el profesor presenta en las clases, sin aprender el significado de estos. Esta definición del actual sistema educativo, Freire, la llama ‘Educación Bancaria’ la cual, como he comentado anteriormente, se centra en un aprendizaje repetitivo y carente de significado.

Pero esta educación también se compone de unos maestros que poseen todo el saber y se lo transmiten a unos alumnos pasivos, receptivos e incluso dóciles. Así lo expresa Freire en el texto: «En vez de comunicarse, el educador hace comunicados y depósitos que los educandos, meras incidencias, reciben pacientemente, memorizan y repiten.» Por lo tanto hay dos tipos en la educación bancaria: El educador y el educando. El primero es el que tiene el saber, el único que posee conocimientos y el que transmite estos al educando. Por lo tanto, el educando es simplemente un receptor de conocimientos del educador.

El aprendizaje consiste en memorizar los contenidos de una forma mecánica y con la clara intención de que cuanto más se dejen ‘llenar’ de conocimientos mejores serán. Este tipo de educación ha existido siempre en las aulas como podemos observar en las tablas de multiplicar, las cuales los niños se las aprenden de una forma memorística con una canción o refrán en vez de entender el hecho en sí del algoritmo.

Por lo tanto, estamos hablando de una falta de comprensión de significados en los que los niños se vuelven meros pacientes de recepción y repetición de conocimientos en los que piensa que todo el conocimiento es mecánico. Pero Freire no se queda ahí, comenta en el capítulo que el educador es quien, además, piensa, habla, actúa y escoge el contenido pragmático y los educandos son los objetos pensados, los que escuchan, los disciplinados, los que siguen un contenido o incluso los que su única misión es escuchar.

Es decir, el individuo no lucha por sus intereses,  su educación cultural y social. Éste lo único que desea es que se lo den todo bien ‘masticado’ sin reflexionar y opinar de lo que le han enseñado. En definitiva, el educador según la educación bancaria es la autoridad del saber oponiendo libertad a los educandos. Creo que hoy más que nunca, la educación necesita aprehender de nuevos procesos de comunicación como es el dialogo, la reflexión, la puesta en común o incluso la participación (único hecho que se lleva a cabo en estos momentos en el aula) y olvidar o desechar las características de la educación bancaria que aún se lleva en las clases y pasar a una educación que deje de ser alienante y mecanicista.

  • Isabel Mª Míguez Rey

Tras haber leído el capítulo 2 del libro de Paulo Freire, llamado “Pedagogía del oprimido”, se pueden comentar varios temas al respecto.

En el libro se hace una clara critica a la educación de hoy día. Se habla de educación “bancaria” para referirse a aquella educación que se basa en un aprendizaje repetitivo. Esto es, el docente solo se fundamenta en transmitir los contenidos de las materias en clase a los alumnos, pero sin preocuparse de si éstos están entendiendo lo que se les explica. El docente adquiere un papel activo mientras que los discentes juegan un papel pasivo, el simple hecho de escuchar lo que se les dice.

A lo largo del tiempo la educación se ha fundamentado en esto, los docentes asistían a clase, daban los contenidos que tocaban ese día y no atendían a los alumnos. Por ello, la mayoría de los alumnos no aprendían nada o todo lo que sabían se lo aprendían de memoria para hacer el examen, era para lo único que servían los conocimientos, para aprobar un examen. A raíz de la realización del mismo, dichos contenidos eran olvidados.

Muchos de los docentes o futuros docentes de hoy día quieren cambiar esto, como dice el autor en el texto, se pretende fomentar una educación “problematizadora”. Esto es que los alumnos adquieran una mentalidad critica con su entorno. Que descubran a través de la experimentación. Pienso que esta es la mejor educación que se puede transmitir, ya que si los alumnos no piensan por ellos mismo serán siempre unas “marionetas” de la sociedad donde harán, pensarán y actuarán según lo que les digan.

Pero esto no es tan fácil como parece, ya que muchos de los que ejercen esa antigua educación no están dispuesto a dar su brazo a torcer para cambiar la metodología educativa. Ellos están cómodos con el sistema y les parece adecuado, precisamente por eso, por “comodidad” y por no molestarse en resolver dudas y conflictos que se les presentan a los alumnos. Por otro lado están los que sí están a favor de esa nueva metodología, pero que de cierta forma, no la llevan a cabo por diferentes razones.

Pienso que como futuros educadores debemos de fomentar una educación en la que lo primordial sea que el alumnos adquieran los contenidos de forma significativa y que por supuesto le sirvan en su día a día, para resolver todo tipo de conflictos que se les presenten, y así acabar de una vez por todas con ese aprendizaje repetitivo y memorístico que no conduce a nada.

  • Mª Carmen Suárez Bujalance

– Este artículo se basa en hacer una crítica sobre lo que es la educación hoy en día, en la que se realiza una comparación entre la educación actual,  con la “educación bancaria” , la cual, este tipo de educación  se encarga de que el docente (educador) transmite el contenido,  a sus alumnos/as (educando) , a través de un aprendizaje repetitivo, en la que considero que de esta forma  se sigue un modelo de enseñanza tradicional, que como bien sabemos, ya que ha sido nuestra propia experiencia, no los beneficiará en un futuro, porque considero que no es la forma correcta de aprender, ya que lo que se conseguía era que los docentes (agente activo) soltasen el contenido que tocaba cada día, los niños/as (agente pasivo) aburridos no echaban cuenta, y a la hora de que el docente compruebe si los niños/as han aprendido lo que se ha llevado a cabo en clase, lo hacían mediante una forma escrita, en la que los niños respondían a las preguntas de forma tal como venia expresada en el libro de texto.

Los niños/as estudiaban el contenido de las asignaturas como  “papa gallos” y luego lo soltaban tal cual, de manera que de  esta forma, lo que hacía era que el niño/a aprueba, pero realmente no ha aprendido nada, sino que se ha “memorizado”  el contenido y se le  olvidará por completo.

Por ello, como futuros educadores que seremos y los que hay que están dispuestos en la actualidad, queremos que este problema desaparezca, intentando llevar a cabo otros tipos de metodologías, con el objetivo de que los alumnos/as aprendan de manera significativa y funcional, como es el caso de dar una educación  “problematizadora” según el modelo de referencia, el cual sería un nuevo método de enseñanza,  basada en la experimentación de los niños/as , en los que los docentes plantearan preguntas y los alumnos tendrán que contestar, en base a sus concepciones de ideas, investigaciones, experimentaciones, etc, con el objetivo de que los niños/as aprendan a ser seres racionales y críticos, y cada uno expresen su punto de vista diferente ante cualquier tema,  ya que esta forma pienso que si les puede servir en un futuro.

Pero claro, esto no es tan fácil como puede parecer, ya que vivimos en una sociedad, en la que hoy en día sigue habiendo maestros/as, que quieren seguir enseñando a través del modelo tradicional, porque llevan tantos años ejerciendo que no quieren aprender otros métodos, ni tienen interés por conocerlos, y me parece una forma de pensar bastante egoísta, ya que hay que mirar el futuro de estos niños/as y no porque les resulten la forma más fácil y cómoda de enseñar.

Deberían de ser conscientes de que tienen que mirar por el futuro de estos niños/as, y que muestren interés a la hora de cambiar la metodología, porque estamos en otra época, hay muchos nuevos métodos de enseñanza, que la verdad pienso que son más eficaces que memorizar, repetición, etc, a través del libro de texto.  Pienso que por este motivo, se han dado muchos casos de alumnos/as en fracasos escolares, porque a la mayoría de los niños/as les aburren este sistema, y pienso que si se llega a cambiar, habría niños/as que llegarían a “amar”  la educación que les proporcionan las escuelas.

En definitiva, soy partidaria de que se desarrollen otros medios de enseñanza, en el que los alumnos/as aprendan de manera significativa y que les puede servir en un futuro, atendiendo a las necesidades de cada alumno/a y sobre todo, dando la motivación necesaria cada día para que estos niños/as adquieran y asimilen los conocimientos que sean importantes y de utilidad, para la vida cotidiana a la que se enfrentan en un futuro, pero está claro que para eso, haría falta la ayuda de todos los que nos dedicamos a la enseñanza, o por lo menos a la mayoría de los docentes que componen el centro.

  • Lymarie Rodríguez Figueroa

Freire utiliza el concepto de educación bancaria como instrumento de opresión. Este instrumento solo va en dirección lineal dejando una relación de educador (narrador) y educandos. El concepto de educandos se refiere a todos aquellos que reciben la información, pero no la analizan sino que las memorizan y pasan por alto el contenido sin internalizar.
Como dice Freire, “El educador aparece como su agente indiscutible, como su sujeto real, cuya tarea indeclinable es llenar‟ a los educandos con los contenidos de su narración.”
Diría que en este modelo de educación nadie educa a nadie, el profesor no adquiere nuevas experiencias con el alumnado y viceversa, funciona como un valor absoluto que el resultado es cero.
Por el contrario a esta educación bancaria, está la concepción problematizadora que dispone un cambio. Estos que ejercen esta educación establecen una genuina captación y comprensión del mundo que va cambiando y tomando su propio criterio.
Mientras la concepción bancaria se hace reaccionaria, la concepción problematizadora se hace revolucionaria. En fin, trayendo este tema a la actualidad, pienso que hay personal docente que asimila este estilo de enseñanza y no permite una retroalimentación del educando para retar su conocimiento. Hay otras formas de enseñanza mucho más efectivas que permiten la interacción de los alumnos y calan en el pensamiento crítico prolongadamente. Utilizar la tecnología, ejercer prácticas y utilizar los diferentes métodos cognitivos son algunas alternativas para mejorar el sistema de enseñanza/aprendizaje.

2 comentarios el “«Pedagogía del oprimido» Capítulo 2. Freire, P

  1. Lymarie Rodríguez Figueroa

    Freire utiliza el concepto de educación bancaria como instrumento de opresión. Este instrumento solo va en dirección lineal dejando una relación de educador (narrador) y educandos. El concepto de educandos se refiere a todos aquellos que reciben la información, pero no la analizan sino que las memorizan y pasan por alto el contenido sin internalizar.
    Como dice Freire, “El educador aparece como su agente indiscutible, como su sujeto real, cuya tarea indeclinable es llenar‟ a los educandos con los contenidos de su narración.”
    Diría que en este modelo de educación nadie educa a nadie, el profesor no adquiere nuevas experiencias con el alumnado y viceversa, funciona como un valor absoluto que el resultado es cero.
    Por el contrario a esta educación bancaria, está la concepción problematizadora que dispone un cambio. Estos que ejercen esta educación establecen una genuina captación y comprensión del mundo que va cambiando y tomando su propio criterio.
    Mientras la concepción bancaria se hace reaccionaria, la concepción problematizadora se hace revolucionaria. En fin, trayendo este tema a la actualidad, pienso que hay personal docente que asimila este estilo de enseñanza y no permite una retroalimentación del educando para retar su conocimiento. Hay otras formas de enseñanza mucho más efectivas que permiten la interacción de los alumnos y calan en el pensamiento crítico prolongadamente. Utilizar la tecnología, ejercer prácticas y utilizar los diferentes métodos cognitivos son algunas alternativas para mejorar el sistema de enseñanza/aprendizaje.

  2. Freire utiliza el concepto de educación bancaria como instrumento de opresión. Este instrumento solo va en dirección lineal dejando una relación de educador (narrador) y educandos. El concepto de educandos se refiere a todos aquellos que reciben la información, pero no la analizan sino que las memorizan y pasan por alto el contenido sin internalizar.
    Como dice Freire, “El educador aparece como su agente indiscutible, como su sujeto real, cuya tarea indeclinable es llenar‟ a los educandos con los contenidos de su narración.”
    Diría que en este modelo de educación nadie educa a nadie, el profesor no adquiere nuevas experiencias con el alumnado y viceversa, funciona como un valor absoluto que el resultado es cero.
    Por el contrario a esta educación bancaria, está la concepción problematizadora que dispone un cambio. Estos que ejercen esta educación establecen una genuina captación y comprensión del mundo que va cambiando y tomando su propio criterio.
    Mientras la concepción bancaria se hace reaccionaria, la concepción problematizadora se hace revolucionaria. En fin, trayendo este tema a la actualidad, pienso que hay personal docente que asimila este estilo de enseñanza y no permite una retroalimentación del educando para retar su conocimiento. Hay otras formas de enseñanza mucho más efectivas que permiten la interacción de los alumnos y calan en el pensamiento crítico prolongadamente. Utilizar la tecnología, ejercer prácticas y utilizar los diferentes métodos cognitivos son algunas alternativas para mejorar el sistema de enseñanza/aprendizaje.

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